Lamentan Jesuitas que inseguridad prevale en la Sierra Tarahumara.

Los jesuitas en México lamentaron que se cumplieran cinco meses de impunidad tras el homicidio de los sacerdotes Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, así como del guía de turistas Pedro Palma.

Los Jesuitas destacaron que la paz no ha llegado a Cerocahui, sitió en donde los tres hombres murieron a manos de un grupo de personas armadas, comandadas por José Noriel Portillo Gil, “El Chueco”.

Los religiosos también expusieron que si no hay justicia para este caso, será complicado que se alcance la reconciliación y la paz, por lo que los tres niveles de gobierno deben comprometerse para garantizar la seguridad y tranquilidad para las familias en la sierra de Chihuahua.

“Nos sumamos al manifiesto de la Diócesis de Tarahumara, quien ha convocado a construir ‘un país donde verdaderamente reine la verdad y la justicia que nos lleven a la verdadera paz y amor’”.

Cabe recordar que José Noriel Portillo Gil, apodado “El Chueco”, está considerado como el principal sospechoso por la muerte de los religiosos jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, en Cerocahui, Chihuahua, así como por llevarse los cuerpos de ambos hombres de la escena del crimen cometido dentro de una iglesia.

De acuerdo con fuentes de la Fiscalía General del Estado, “El Chueco” encabeza un grupo armado al servicio de “Los Salazar”, organización que opera a su vez para “Gente Nueva” y que es el brazo armado del Cártel de Sinaloa en el sur de Chihuahua.

 

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