24 millones de alumnos regresan a clases con carencias en la Infraestructura escolar

A pesar de las importantes inversiones en infraestructura educativa realizadas durante los últimos dos sexenios, el 40% de los planteles públicos en México aún enfrenta deficiencias como la falta de agua potable, electricidad y sanitarios adecuados, y ante ese escenario hoy reanudan clases 24 millones de alumnos.

Entre 2013 y 2024, se destinaron 451,230 millones de pesos a mejorar la infraestructura educativa, una cifra seis veces mayor que el presupuesto asignado este año a la Secretaría de Medioambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

De este monto, 316,579 millones de pesos fueron dirigidos a escuelas de educación básica. Sin embargo, el 65% de estas escuelas aún no cuenta con computadoras ni acceso a internet, según el informe “Aprender Parejo”, elaborado por México Evalúa y el Tecnológico de Monterrey.

Estas carencias afectan directamente a los 24 millones de alumnos de educación básica que retornarán a clases el 26 de agosto, muchos de los cuales se preparan para el examen piloto de la prueba PISA 2025.

Marco Fernández, investigador en educación y autor del estudio, destaca que la falta de infraestructura adecuada impacta negativamente en el aprendizaje, pues existe una relación directa entre las mejoras en las instalaciones escolares y una disminución en los índices de bajo rendimiento académico.

El estudio confirma que las condiciones básicas de servicios públicos, como agua potable y baños, tienen un impacto positivo en el aprendizaje, subrayando la necesidad de convertir las escuelas en espacios dignos para la educación. Sin embargo, tanto el actual Gobierno federal como el anterior han fallado en dar un seguimiento adecuado a las obras de infraestructura educativa y en garantizar la transparencia en el uso de los recursos.

El informe también resalta las desigualdades en la infraestructura educativa entre escuelas públicas y privadas. Mientras que el 40% de las escuelas públicas carece de algún servicio básico, solo el 8% de las privadas enfrenta este problema. Además, el 65% de las escuelas públicas no dispone de computadoras ni internet, en comparación con el 19% de las escuelas privadas. Esta brecha digital es un desafío adicional para integrar a los estudiantes al siglo XXI, afectando particularmente a aquellos con menos recursos económicos, quienes obtuvieron en promedio 58 puntos menos en la prueba PISA 2022 que sus compañeros más privilegiados.

En este contexto, los estudiantes mexicanos de 15 años participarán en el examen piloto de la prueba PISA 2025, que evaluará sus habilidades en matemáticas, lectura y ciencias. La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha confirmado la participación de México en esta prueba tras un amparo interpuesto por la organización Educación con Rumbo. La prueba piloto se realizará en octubre de este año y la evaluación completa se llevará a cabo en 2025, bajo el nuevo gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum y Mario Delgado como titular de la SEP. Este examen será clave para definir las políticas públicas educativas de la próxima administración, según Paulina Amozurrutia, coordinadora nacional de Educación con Rumbo.

Por otro lado, Israel Sánchez, presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), expresa su preocupación por la calidad educativa en este contexto. Según Sánchez, el cambio en el plan de estudios y los nuevos libros de texto gratuitos, implementados sin una prueba piloto adecuada, han generado un mayor rezago educativo. Durante el ciclo escolar 2023-2024, los estudiantes de primero de preescolar, primaria y secundaria comenzaron a estudiar bajo el nuevo plan, y en el nuevo ciclo escolar más estudiantes se incorporarán a este modelo. Ante la falta de preparación, muchas familias han tenido que invertir en cursos adicionales para compensar el déficit de aprendizajes, lo que, según Sánchez, agrava aún más el rezago educativo.