SEP es obligada a implementar prueba PISA en 2025 por orden judicial

SEP es obligada a implementar prueba PISA en 2025 por orden judicial

La Secretaría de Educación Pública (SEP) de México se encuentra ante un nuevo desafío tras la resolución judicial que le ordena coordinar la aplicación de la prueba PISA durante abril y mayo de 2025. Este mandato surge a raíz de un amparo promovido por la organización civil Educación con Rumbo, la cual busca asegurar la continuidad de esta evaluación internacional en el país. 

El Poder Judicial de la Federación emitió una suspensión definitiva que obliga a la SEP a llevar a cabo todas las gestiones necesarias para la realización de la prueba PISA en México en 2025. Este fallo también garantiza la ejecución de una prueba piloto programada para octubre de este año, la cual estará a cargo del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval).

 

En un comunicado, Educación con Rumbo celebró la decisión judicial, destacando que “la aplicación de la prueba PISA es fundamental para definir las políticas públicas en materia educativa de la siguiente administración”. Paulina Amozurrutia, coordinadora nacional de la organización, enfatizó que este es un paso crucial para mejorar la educación en México.

 

La SEP ha comenzado a trabajar en el cumplimiento de esta resolución, y uno de sus primeros avances ha sido la colaboración con el Ceneval para la prueba piloto de octubre. Esta evaluación preliminar permitirá ajustar los detalles necesarios para la aplicación de la prueba PISA en 2025, asegurando que México cumpla con los estándares internacionales.

 

“La participación del Ceneval es un avance significativo en el cumplimiento de lo ordenado por el Poder Judicial. Estamos comprometidos a realizar todos los trámites y gestiones para garantizar la aplicación de la prueba PISA”, declaró un portavoz de la SEP.

 

El tema de la prueba PISA ha generado un intenso debate en el ámbito educativo mexicano. El pasado 8 de mayo, Claudia Sheinbaum, entonces candidata presidencial, expresó su desacuerdo con la idea de que el sistema educativo deba enfocarse en preparar a los estudiantes específicamente para esta evaluación.

 

“Es como si las preparatorias se dedicaran a preparar a los estudiantes para pasar el examen de admisión a la UNAM”, comentó Sheinbaum en una conferencia de prensa en Veracruz. La ahora presidenta electa argumentó que “la educación no debe estar centrada en pasar un examen, sino en enseñar y aprender desde la ciencia, las humanidades, la lectura y todo lo que representa el verdadero aprendizaje”.

 

Sheinbaum insistió en que “elevar el nivel de la prueba PISA no puede ser el objetivo principal del sistema educativo”. Sus declaraciones han sido apoyadas por algunos sectores que consideran que la educación debe ser más holística y menos enfocada en evaluaciones estandarizadas.

 

La decisión del Poder Judicial y la consecuente obligación de la SEP de aplicar la prueba PISA en 2025 tienen implicaciones significativas para el futuro de la educación en México. Esta evaluación, que mide el desempeño de estudiantes de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias, es considerada una herramienta importante para comparar el sistema educativo mexicano con el de otros países y para identificar áreas de mejora.

 

Amozurrutia subrayó que “la prueba PISA proporciona datos valiosos que pueden guiar la formulación de políticas educativas más efectivas y equitativas”. Además, destacó la importancia de que estas evaluaciones se realicen de manera continua para tener una visión clara de los avances y desafíos en el sector educativo.

 

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