Este lunes 5 de agosto, el yen y el yuan experimentaron un aumento en su valor, mientras que el peso mexicano continuó su descenso. A las 8:45 horas, el tipo de cambio alcanzó los 19.58 pesos por dólar, según datos de Bloomberg. El peso se debilitó más de un 2% frente al dólar, convirtiéndose en la moneda con el peor desempeño entre las que sigue Bloomberg. En contraste, el dólar australiano redujo parte de sus pérdidas tras una caída del 2%.
El yen japonés y el yuan chino, que frecuentemente se utilizan para financiar estrategias de carry trade, se fortalecieron: el yen subió más del 3% y el yuan un 0.8%. Estos movimientos ocurrieron en un contexto de venta masiva de activos de riesgo, afectando mercados como acciones y criptomonedas, mientras aumentan las preocupaciones sobre la respuesta de la Reserva Federal ante la desaceleración económica en Estados Unidos. Los inversores buscaron refugio en bonos.
La apreciación de estas monedas ha impactado negativamente la estrategia de carry trade, que generalmente implica tomar préstamos a tasas bajas para invertir en activos de mayor rendimiento, tanto en mercados emergentes como desarrollados.
Alvin Tan, jefe de estrategia cambiaria asiática del Royal Bank of Canada en Singapur, explicó que las preocupaciones sobre una posible recesión en Estados Unidos están creando un entorno adverso para los operadores de carry trade. “El riesgo de recesión también lleva a una mayor volatilidad del mercado, lo que reducirá las operaciones de carry trade,” señaló Tan, añadiendo que la volatilidad podría extenderse debido a un largo período de baja volatilidad.
Tan también mencionó que el verano en el hemisferio norte podría intensificar la volatilidad debido a la baja liquidez durante agosto, un mes popular para vacaciones en América del Norte y Europa. “Incluso si la situación se estabiliza, no estoy seguro de que los inversores estén dispuestos a operar rápidamente,” agregó.
Mientras tanto, el yuan chino se consideraba una fuente de financiamiento en medio de preocupaciones sobre la economía del país. Los rendimientos acumulados en monedas de mercados emergentes financiadas por el yuan se volvieron negativos, y las ganancias en operaciones financiadas en yenes se redujeron significativamente, según datos de Bloomberg.
“Recuperar el impulso perdido por el peso y el yen tomará tiempo,” comentó Yoshio Iguchi, de Traders Securities. “El sentimiento de los inversores podría mejorar una vez que el dólar y el yen se estabilicen, pero podría llevar un tiempo.”
Christopher Dembik, asesor senior de inversiones de Pictet Asset Management, advirtió que el cierre de posiciones cortas en yenes representa un “problema estructural real”, ya que los inversores se enfrentan a tasas de interés positivas y anticipan más aumentos de tasas en Japón.
