El gobernador Rubén Rocha responde con firmeza sobre las acusaciones de ‘El Mayo’ Zambada

En medio de la controversia generada por las declaraciones de Ismael “El Mayo” Zambada, que lo acusan de complicidad en su captura, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, ha rechazado tajantemente cualquier vínculo con actividades criminales. Durante la inauguración del Hospital General IMSS Bienestar Dr. Bernardo J. Gastelúm, Rocha Moya se pronunció sobre el tema, subrayando que no tiene relación alguna con el narcotráfico y retando a cualquiera que busque pruebas en su contra.

 

“No hay nada que pueda vincularme con ese asunto, lo digo de manera tajante y contundente,” afirmó Rocha Moya con visible determinación. En su discurso, el gobernador insistió en que las acusaciones en su contra son infundadas y lamentó el estigma que conlleva ser originario de Badiraguato, una región históricamente asociada con el narcotráfico. “El estigma alcanza tanto que a cada rato dicen cosas, hasta en una portada me pusieron queriéndome hacer narco a fuerzas. La gente de Badiraguato es buena y trabajadora, no hay elementos para que nos lleven en ese estigma,” expresó con descontento.

 

Las declaraciones del gobernador surgen tras la publicación de una carta, difundida por el abogado de Zambada, Frank Pérez, en la que el capo acusa a Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, de haberlo engañado y secuestrado para entregarlo a las autoridades estadounidenses. Según la versión de Zambada, Guzmán López lo citó a una reunión el 25 de julio con el gobernador Rocha Moya y con Héctor Melesio Cuén Ojeda, ex diputado federal y rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), con el supuesto fin de resolver disputas políticas.

 

Zambada detalló que al llegar al rancho Huertos del Pedregal, donde supuestamente se celebraría la reunión, fue emboscado por hombres armados, quienes lo golpearon y trasladaron a Texas, donde fue arrestado por autoridades estadounidenses. Esta versión sugiere una conspiración que involucra a altos mandos del Cártel de Sinaloa y plantea serias dudas sobre las conexiones entre el crimen organizado y figuras políticas.

 

Rocha Moya no solo negó rotundamente estas acusaciones, sino que también exigió a la Fiscalía General de la República (FGR) que investigue a fondo los hechos del 25 de julio, con el fin de garantizar la imparcialidad y despejar cualquier sospecha. “No queremos estar bajo sospecha, queremos que se garantice la imparcialidad,” subrayó el gobernador, haciendo un llamado directo al presidente Andrés Manuel López Obrador para que intervenga y asegure que la investigación se lleve a cabo con total transparencia.

 

La firmeza de Rocha Moya en su defensa contrasta con la gravedad de las acusaciones que enfrenta. El gobernador reiteró que, el día en cuestión, ni siquiera se encontraba en Sinaloa, desmintiendo categóricamente cualquier posibilidad de que estuviera involucrado en el supuesto encuentro. “Si dijeron que iba a estar yo, mintieron, y si alguien lo creyó, cayó en la trampa,” declaró con convicción, haciendo eco de su rechazo a las imputaciones que lo relacionan con el narcotráfico.

 

Previo a su conferencia de prensa, en la que también estuvo presente Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa, Rocha Moya reafirmó su compromiso con la transparencia. “Todo, todo, todo,” respondió cuando se le preguntó si sería transparente en este proceso, asegurando que no tiene nada que ocultar.