Este 19 de junio, el cine mexicano da un paso hacia la libertad, el amor y el autodescubrimiento con La Arriera, una película dirigida por Isabel Cristina Fregoso. Ambientada en la sierra de Jalisco en los años 30, la historia sigue a Emilia, una adolescente que se ve obligada a vestirse como arriera y emprender un viaje lleno de retos, descubrimientos y emociones profundas. Pero más allá de lo que vive en su travesía, lo que realmente me conmovió de esta película fue la forma en que aborda las luchas internas y externas de las mujeres que buscan su lugar en un mundo que quiere imponerles quiénes deben ser.
Desde el primer momento, La Arriera no es solo una historia sobre crecer, es sobre liberarse de las expectativas sociales, enfrentarse a los miedos y abrazar lo que realmente se siente en el corazón. Emilia, al tener que disfrazarse de arriero y atravesar la sierra, no solo escapa físicamente de su hogar, sino que también empieza un proceso de transformación personal, de descubrir su verdadera identidad y sus deseos. A lo largo de este viaje, se enfrenta a los desafíos de un mundo que busca limitarla y, sin embargo, descubre una libertad y una autenticidad que le pertenecen.
La dirección de Fregoso aporta una sensibilidad única, mostrándonos un México posrevolucionario con una mirada fresca y profundamente inclusiva. Mientras que la fotografía de María Sarasvati Herrera dan vida a un paisaje visualmente impresionante, que complementa perfectamente la intimidad de la trama. No es casualidad que La Arriera haya ganado el Premio Mezcal a la Mejor Fotografía y a la Mejor Dirección en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) 2024.
El talento detrás de esta obra también es impresionante. Andrea Aldana protagoniza a Emilia con una fuerza que te atrapa desde el primer minuto, mientras que el elenco incluye nombres como Luis Vegas, Ale Cosío yDamayanti Quintanar, quienes aportan su propio brillo a esta historia tan humana.
La música original de Carlos Vértiz y Héctor Ruíz también juega un papel fundamental, sumergiendo al espectador en un viaje emocional que se siente en cada rincón de la sierra. Es un sonido que no solo acompaña la historia, sino que también se convierte en un personaje más, reflejando las emociones y la belleza del paisaje.
La Arriera es un reflejo honesto de las historias que, por mucho tiempo, se vivieron en silencio. No te la puedes perder, es una de esas películas que no solo te dejan pensativo, sino que también te tocan el alma.