La ciudad no siempre deja ver el cielo. Entre calles estrechas, cables enredados y concreto implacable, crecen sueños que resisten la dureza del entorno. En ese escenario, “No Concreto” cobra vida, un relato escénico que mezcla teatro físico y memoria para llevar al público a un viaje íntimo y visceral.
Protagonizada por Diego Martínez Villa, esta obra recorre los barrios de la Ciudad de México a través de la mirada de un hombre que enfrenta su pasado. Con una puesta en escena cargada de movimiento y simbolismo, la pieza da voz a la infancia, la violencia y los anhelos que se entrelazan en el paisaje urbano. Dirigida por Bárbara Alvarado y con dramaturgia de Thelma Carrizosa, “No Concreto” trasciende la narrativa convencional para convertirse en una experiencia sensorial.
“Siempre había algo que me estorbaba para ver el cielo: cables enredados, cemento. En ese escenario sin cielo, el miedo siempre estaba presente”, declara Martínez Villa. La obra no ofrece respuestas fáciles, pero sí plantea una pregunta silenciosa: ¿Cómo se sobrevive a un entorno que a la vez nutre y hiere?
El equipo creativo de “No Concreto” convierte el escenario en un reflejo del barrio: una escenografía diseñada por Héctor Dorantes evoca las texturas urbanas, la iluminación de Jackie Brown Brittenhamcaptura la crudeza y la belleza de los recuerdos, mientras que la música de Ismael Godínez Salinasconstruye una atmósfera envolvente. El resultado es una obra que se siente como un recuerdo compartido, un eco de historias vividas en cualquier ciudad del mundo.
“No Concreto” es el primer montaje de la compañía Rupestre Teatro, una propuesta que apuesta por un arte que cuestiona, que duele y que, al mismo tiempo, transforma. La obra busca conectar con quienes reconocen en sus calles el mismo mosaico de sueños y cicatrices.
Las funciones se llevarán a cabo en Espacio Urgente 2, Foro Shakespeare, los miércoles a las 20:30 h, del 5 al 26 de febrero de 2025. Los boletos están disponibles en taquilla y en plataformas digitales.
Porque entre el asfalto y los cables, los sueños también encuentran su espacio. “No Concreto” es un testimonio de resistencia y memoria, una historia que se vive en carne propia.